15 feb 2007

Pic Adolphe Rey - Via Salluard

Después de bajar del Dent du Geant nos pasamos por el refugio para ver el parte del tiempo. Como llegamos un poco tarde, estaba cerrado, y preguntando nos dijeron que el tiempo para el dia siguiente iba a ser "bruto", que dicho en italiano supusimos que muy chungo. Asi pues, previendo que al dia siguiente no se iba a poder hacer nada, nos fuimos a dormir sin pensar en ninguna hora para despertarnos.



Croquis

Al dia siguiente, cual fue nuestra sorpresa que al leventarnos hacia un sol cojonúo. Después de desperezarnos, decidimos que no podiamos desaprovechar tan buena oportunidad, y decidimos ir a hacer alguna via en el Pic Adolphe Rey.
En principio nos decidimos a hacer una via de cuyo nombre no me acuerdo, situada en el centro de la pared, con un par de largos de fisura interesantes al comienzo.


Escalando en la parte superior

Según nos acercábamos al comienzo de la vía, decidimos separarnos del camino para tomar un atajo y no tener que bajar de más. El atajo iba por en medio de las grietas, y como no, se convertió en una aventura hasta descifrar el camino correcto.

Después de dar vueltas entre las grietas, pasar por puentes de nieve de esos que te entran la risa, y algun que otro saltito, llegamos a la base de la pared. Para nuestra sorpresa, el acceso a la via que queriamos hacer estaba un poco jodio, por no decir que imposible, asi que nos decidimos a hacer cualquier cosa que estuviese cerca, y para lo que no necesitasemos mucho tiempo, pues ya era un poco tarde.


Dani llegando a una de las reuniones. El glaciar fracturado al fondo.

Asi que al final, la candidata fue la via Salluard, una via que va por un espolón en la parte baja del pico. Como la via se puede rapelar, dejamos todo el material abajo y subimos con lo imprescindible. Nuestra idea era subir todo lo posible, puesto que ya era un poco tarde. Sin ningun largo especialmente dificil, aunque bastante disfrutones la mayoria, seguimos subiendo, hasta que sin darnos cuenta ya estabamos bastante arriba. Entonces, como por efecto de algun tipo de maldición, se volvieron a echar las nubes sobre nuestro cogote.


Con las nubes encima, como siempre...

Ya acostumbrados a estas vicisitudes, decidimos seguir un par de largos más, quedándonos a un largo del final de la vía. De nuevo los rápeles, y de nuevo nos tocó maldecir el frio de los pies. Llegamos a la base de la via, justo cuando las nubes comenzaban a levantarse, y llegamos a la tienda de noche, también para variar.


Rapelando entre la "penumbra"

Al rato de llegar a la tienda comenzó a nevar. Sería el comienzo de una larga espera...

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