Le Petit Vignemale
Después de haber estado trepando por Gavarnie, decidimos cambiar un poco de disciplina y de valle. Asi que cojimos los esquies y nos acercamos a Pont d'Espagne con la idea de subir a hacer el Gaube. Durante toda la aproximación se mantuvo el cielo cubierto sin dejarnos ver ninguna de las cimas del Vignemale. Solo cuando ya estábamos cerca del refugio decidieron apartarse las nubes lo suficiente para mostrarnos la magnificiencia de esta cara norte. Con su capita de nieve y su aspecto colosal resultaba imposible apartar la mirada de la pared. Ya estábamos imaginándonos subiendo por el coulouir al día siguiente, cuando al llegar al refugio nos dice el guarda que no hay condiciones. Al parecer el último que se metió, un guía francés, tardó 15 horas en bajar. Teniendo en cuenta que llevabamos una cuerda doble y cinco tornillos para toda la vía, decidimos cambiar el corredor de Gaube a la Pique Longe con descenso en esquis, por el Petit Vignemale por la normal.
Al dia siguiente las nubes ya se habían ido. Durante toda la subida nuestros ojos iban recorriendo el perfil de todas y cada una de las puntas de la pared, todos los corredores, espolones y aristas. Una foto seguía a la siguiente, intentando guardar en una insignificante tarjeta de memoria la inmensidad de un paisaje que ni siquiera la mente es capaz de mantener eternamente.
La bajada fue solo la guinda del pastel, convirtiendose en una de las travesias más bonitas que he tenido la suerte de hacer.
2 comentarios:
que pasa figura! joer cada dia mas bicho y ahora sobre skis, ya nadie te coge , jeje
q paisa tio!!! bueno, habra que ver cuanto me duran los esquis porque con tan poca nieve no hago mas que pillar piedras...
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