Semana Santa en el valle de Tena
La verdad es que para las fechas que son, ya casi Julio y con el sol en la nuca, queda un poco desfasado publicar un Post a cerca de las correrías de Semana Santa em busca de resquicios de hielo. Aún así y por no perder la cronología de sucesos, yo lo pongo, y el que quiera que lo lea.
Fue al poco de volver Dani de su viaje a Chamonix (véase "Crónicas del Dru") cuando conseguí convencerle para que me acompañara al Pirineo durante la semana santa a hacer penitencia por alguna de sus caras norte. Hasta entonces y pese a mis esfuerzos no había encontrado ningún compañero con crampones y piolets, y suficientes conocimientos sobre su funcionamiento. La verdad que aún no me explico como a Dani aún le quedaban ganas de ir en busca de umbrías después de haber estado más de un mes viendo como se congelaba el agua de su cantimplora en los Alpes. En cualquier caso la motivación era alta: nada más llegar a Piedrafita de Jaca tras siete horas de coche desde Madrid, nos calzamos los esquis y subimos al Watade. Mientras los que bajaban iban pensando en una cerveza fresca y un buen estofado como recompensa al esfuerzo diurno, nosotros subíamos pensando en chupones de hielo y largos de roca verglaseada. Pese al calor reinante por esas fechas en toda la península encontramos el corredor en bastantes buenas condiciones. Al salir nos pilló la noche y con los deberes hechos nos fuimos a reencontrarnos con esa merecida cerveza fresca.
El día lo siguiente lo pasamos como concluimos el anterior: tomando más cerveza. A mediodía decidimos subir al refugio a echar un vistazo a la cara norte del Telera y fijar objetivos para el día siguiente. De hielo no había casi ni rastro. Nuestro plan entonces se limitó a seguir lo poco que había de blanco en la pared, enlazando la parte inferior de la vía Maider con el muro superior del Espolón Central. Al final conseguimos sacarle un buen partido a la via para las condiciones tan miserables de la pared (nada de hielo y nieve inconsistente). Y es que a falta de hielo, bueno es el mixto.
Para el que le interese una posible repetición: nosotros encontramos dificultades de 70º, M5 y 6a (un paso en el penúltimo largo, en el cual por cierto se nos metió una tormenta que llevaba ya tiempo merodeando por nuestro alrededor).
Los dos días siguientes lo pasamos nuevamente tomando cerveza, tarea que alternamos con la del secado de material y ropa. Para el próximo día el objetivo ya lo teniamos fijado: La via Ursi a la Pala de Ip.
Salimos prontito con los esquies desde el Parking de los Sarrios, y ya con las primeras luces llegamos al collado para echar un vistazo a la pared. Desde lejos se veía blanca y apetecible. La aproximación desde el collado acabó haciéndose muy pesada debido a la cantidad de nieve polvo acumulada. Cuando llegamos a pie de vía nos percatamos de que todo lo que se veía de "blanco" desde el collado no era más que nieve húmeda pegada a la roca, que además se desprendía continuamente en pequeñas coladas ya que el sol incide por la mañana en la pared. Con estas condiciones tardamos cuatro largos en hartarnos de las continuas coladas, de la nieve inconsistente y de la falta hielo antes de emprender el descenso. Una putada pues lo más dificil ya estaba casi hecho...
En los días siguientes se instauraría el mal tiempo en el piri, y nosotros, hartos de tan malas condiciones optamos por poner rumbo al sur y pensar en roca caliente para las próximas aventuras.
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